¿Por qué contratar una Wedding Planner?

Muchos novios pueden pensar que contratar una wedding planner es un gasto innecesario, o que es un lujo que sólo puede darse la alta sociedad, pero en la práctica esto no es así.   Hoy en día, con la cantidad de rubros que se agregaron en los casamientos, y el poco tiempo del que disponen los novios, es un servicio que debería estar incluído en la mayoría de los casamientos.

Las wedding planners terminan siendo las hadas madrinas de las bodas, prácticamente pueden convertir en realidad los sueños de los novios y hacer fiestas increíbles e inolvidables aún con poco presupuesto.

No voy a enumerar en este post las tareas de una wedding planner, porque para eso necesitaría escribir un libro entero, pero son muchas, y cada vez más.

Si bien todos los novios podrían beneficiarse de los servicios de una wedding planner, hay casos en los que son más que necesarios, por ejemplo:

• Cuando se planifica una destination wedding: más adelante voy a dedicar un post sobre destination weddings, pero a grandes rasgos, se trata de planificar una boda a la distancia
• Cuando se quiere hacer una boda en un lugar que no está destinado a eso: por ejemplo una boda en una casa, en este caso habrá que adaptar la casa para ese momento y para que los invitados no estén amontonados
• Grandes bodas: con más de 200 invitados, más personas equivalen a más trabajo
• Cuando las relaciones familiares son problemáticas: aquí la wedding planner puede actuar como un mediador neutral
• Cuando los novios tienen un horario laboral no flexible o trabajan muchas horas al día: en cuyo caso es complicado que puedan visitar proveedores para hacer una buena elección
• Cuando los novios no son personas muy organizadas: una cualidad que debe tener toda wedding planner es la organización, hay muchos rubros a tener en cuenta y todo debe estar coordinado, si no se es una persona organizada, es muy difícil llevar a cabo una buena planificación de la boda. 

Son muchas también las ventajas de contratar una wedding planner, pero para nombrar sólo algunas, podría decir:

• Tiene una cartera de proveedores armada, en el caso que los novios sean de una zona en la que la wedding planner no trabajó antes y no tiene armado un relevamiento, puede cobrarle a los novios el costo de este relevamiento y luego descontarselo de sus honorarios en caso de que la terminen contratando
• Puede conseguir mejores precios por parte de los proveedores
• Como las wedding planners son un cliente recurrente, los proveedores se esmeran en darles una mejor calidad de servicio.  Gracias a esto la wedding planner puede conseguir mejores arreglos y pelear el tiempo de duración del servicio
• Sabe qué tienen que mirar en los contratos de los proveedores, a fin de no encontrarse luego con sorpresas desagradabales
• Se encarga de hacer el RSVP (tarea bastante ardua, que consiste en la confirmación de los invitados días antes de la boda), si todavía no confirmaron, los contacta, y si alguno va a fallar avisa a los novios para que inviten a alguien más o para rearmar la mesa en donde iba a estar ese invitado de modo que no queden agujeros
• Siempre tiene un plan B ante cualquier imprevisto
• Lleva un kit de emergencia, con cosas inimaginables, que se van agregando a medida que va adquiriendo experiencia y afrontando diversos problemas
• Genera y hace respetar el timming de la fiesta, esto es el minuto a minuto, ya tiene planificado todo lo que va a pasar en cada momento, cosa de que no se produzcan baches
• Puede con un tema o un color determinado, definir toda la imagen de la fiesta
• Puede aportar ideas y nuevas tendencias en las bodas
• Trata de ajustarse al presupuesto establecido por los novios
• Ahorra muchísimo tiempo a los novios

En cuanto al servicio, algunas pueden ofrecer estas modalidades:

• Completo: va desde la selección de los proveedores hasta el envío de los agradecimientos a los invitados (y en muchos casos se planifica la luna de miel también)
• Parcial: es como el completo, pero en este caso los novios ya tienen algunos proveedores contratados
• Del día D: se remite sólo a la coordinación de ese día, desde los arreglos de la novia hasta el cumplimiento del timming de la fiesta

El precio de contratar a una wedding planner depende de cómo calcule ésta sus honorarios, están las que cobran un porcentaje del total de la fiesta, las que cobran un precio fijo, y aquellas que se toman más trabajo, y evalúan el tiempo y esfuerzo que les va a llevar cada boda en particular para definir el costo (no es el mismo esfuerzo planificar una boda simple, que una en la que los novios quieran llegar montados en un elefante...)

Y en definitiva, los novios son los que tienen la útlima palabra de todo, la wedding planner es sólo un recurso, pero la fiesta es de ellos, una buena profesional esto lo sabe y va a procurar que todo salga tal cual lo soñaron los novios.

Como en toda profesión, están las que realmente son profesionales y apasionadas por su trabajo, y aquellas que sólo buscan hacer un poco de plata y no tienen mucha preparación o no les interesa demasiado el tema.   Cómo elegir una wedding planner, y cómo diferenciar entre las buenas y las no tan buenas, lo vamos a hablar más adelante.

¿Y a ustedes que les parece?, ¿contratarían una wedding planner?